jueves, 14 de febrero de 2013

La Alcazaba de Montemolín

Montemolín se encuentra al sur de la provincia de Badajoz. En el siglo XIII se construyo la Alcazaba por parte de Aben Juset Mahomat Miramamolín y fue la última posesión que tuvieron los árabes en Extremadura. La alcazaba se encuentra en la parte alta de un cerro de poca altura de las estribaciones, conjunto de montañas, de Sierra Morena. Durante el período Almohade se crea una estratégica línea de fortalezas por la provincia con el fin de impedir el avance de los cristianos. Es una situación estratégica entre el límite fronterizo de Andalucía y Extremadura, para ello contaban para su defensa con una poderosa alcazaba. Sin embargo tras la reconquista, Montemolín pasa a las manos de la Orden de Santiago. 
                                                       La Alcazaba en ruinas

Los cristianos construyeron el nuevo castillo sobre los resto de la antigua alcazaba musulmana. La alcazaba es de grandes proporciones, es irregular adaptándose a la crecida del cerro, cuenta con numerosas torres y se adapta a las condiciones del terreno es construido en mampostería, obra hecha con piedras. Hay pequeñas torres cuadradas que se adosan a los lienzos de la muralla, estas están repartidas a lo largo de los muros colocadas regularmente y una torre posterior semicircular, las torres corresponde a la tipología almohade, estudio de los tipos de cualquier disciplina, igual que el grosor de sus muros y el tapial, que es tierra amasada y apisonada, con el que se levantaban.
 
                                   La Alcazaba de Montemolín 

La alcazaba conserva una entrada con secciones quebradas para aumentar la vigilancia y dificultar el asedio. Se conservan algunos aljibes, mazmorras y otros retos. En su interior existió una iglesia, dedicada a Santo Domingo, hoy está totalmente destruido, se encuentra en estado de ruinas pero se han reforzado algunos muros y torres, para reducir su deterioro. La alcazaba esta construida por los árabes con adobe y ladrillo. Aunque luego los cristianos lo reconstruyeron en piedra. Está bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.


Lateral de la Alcazaba

La casa del Marqués de Solanda

Enfrente de la puerta del Acebuche se encuentra la magnífica y artística mansión del marqués de Solanda, obra ecléctica y que es uno de los edificios de arquitectura civil más interesantes de Zafra. El marquesado de Solanda es un título nobiliario español. Este palacio es un edificio que fue construido a principios del siglo XX, 1905, de estilo clasicista e italianizante de finales del siglo XIX. Su estilo a partir de la puerta de entrada es totalmente diferente, siendo el zaguán de azulejos de zócalo de estilo islamista, un poco románico, el zaguán es un espacio cubierto dentro de una casa que le sirvo de entrada y está inmediatamente a la puerta. 

Yo en la puerta de la casa del Marqués de Solanda

De esta casa destaca mucho el bellísimo patio neomudéjar. Este patio del siglo XX está formado por columnas y arcos de herraduras de medio punto y otras dobles. Como Francisco Croche de Acuña escribió: “Traspasar el zaguán de la misma y recrearse con la contemplación del patio que le sigue es adentrarse en un precioso mundo de inspiración agarena que solo le puede rivalizar con toda propiedad los alcázares sevillanos o los patios granadinos de la alhambra”, por estás palabras podemos imaginar la belleza del patio. En la fachada occidental hay una ventana con frontón y adornos platerescos. Su parte superior es una galería de balcones que se abren al patio, todos cerrados con cristaleras, cubren totalmente los muros de una decoración tipo rombo, rematados en forma de almena, un elemento arquitectónico. Su fachada blanca, clásica y muy geométrica está encalada, es decir hecha con cal, donde resaltan sus cornisas con capiteles con una bella factura corintia, meritorios herrajes, y series de huecos y decoración en color albero, que es blanquezino. Todo esto forma la fachada. 

Puerta que da al patio 

yo con la puerta que da al patio

Una parte del patio
 Balcón situado en la fachada

Fachada de la casa

El arco San Antonio le ha prestado anchura al edificio, para disfrutar más de su amplia fachada. Una vez en el vestíbulo podemos ver que el arquitecto, Ventura Vaca, era un entusiasta de la arquitectura árabe. Francisco Fernández y Fernández mandó al arquitecto a construir la casa porque quería celebrar la boda de su hija Teresa y asombrar a sus amigos e invitados, para ello realizo este edificio, lo que se puede calificar como un “capricho árabe”. Está obra es una preciosa muestra de yesería calcada de sus modelos con irreprochable exactitud. Sus paredes están recorridas por inscripciones en lengua árabe algunas se refieren a algún versículo del Corán, esto está sobre columnas recargadas de figuras geométricos trazos y complicadas lacerias. Su función era el descanso y alojamiento de aquellos que transitaban por el oeste peninsular. Ahora está casa se conserva en buen estado. 

 Inscripciones en  la pared


CROCHE DE ACUÑA, F.: Para andar por Zafra. Zafra, 2003. 

LOZANO BARTOLOZZI, M.M y CRUZ VILLALÓN, M.: La arquitectura en Badajoz y Cáceres: del eclecticismo fin de siglo al racionalismo (1890-1940). Mérida, 1995.

TORO FERNÁNDEZ, B.: Urbanismo y fenómeno industrial en la periferia meridional de Zafra (Badajoz) entre 1883 y 1983. Málaga, 1999.

La Torre San Francisco

Un poco de Historia
La torre San Francisco está a las afueras de Zafra, por el recinto ferial. La torre es el único resto de lo que fue un convento Franciscano, llamado el convento franciscano de Don Benito popularmente conocido como el convento de San Francisco. Fue fundado y construido en el siglo XV por Gomes II Suárez de Figueroa, segundo conde de Feria y su madre. Al estar hecho con materiales muy pobres, se acelero el proceso de destrucción. 

Aquí vemos la Torre San Francisco

El día que fui a la Torre San Francisco, fui acompañada por Lucía Fernández y mi madre. Lo primero en que nos fijamos es que era una torre alto se veía desde lejos. También pudimos observar el malestar de la torre por algunas partes y los grafitis que había en su puerta de entrada. Algo que me llamo bastante la atención fue que en la puerta principal había como una puerta de hierro, destruida, en la cual también en hierro había una fecha 1998. Una cosa bastante divertida que nos paso fue que el interior estaba lleno de excrementos de paloma y a Lucía y a mí nos daba cosa asomarnos para hacer una foto y ver que había dentro, cada vez que oíamos a una paloma aletear salíamos corriendo, al final vimos que por dentro no había nada interesante a parte de un montón de palomas. 

 La curiosa puerta de hierro con la fecha

El interior de la torre

La torre parecía construida con dos materiales, ya que la parte de más arriba como tres torres pequeñas que en arquitectura son llamadas linternas que tenían estrechas ventanas también había dos grandes ventanas, toda esa parte estaba hecha como de ladrillo y el resto era más claro por los que podría estar hecho de un material más pobre. Tenía cuatro cuerpos el primero con sillares blancos, es segundo estaba reforzado con sillares en la esquinas, el tercero con enlucidos y al cuarto que lo separa un cornisa esra de ladrillo. Otra cosa que resaltaba en la torre era una pequeña ventana, más o menos por el centro de la torre, tenía una forma como una casa, era cuadrada con un “tejado” triángular, y unas especies de figuras a los lados, más tarde descubrí que era el signo de los Franciscanos. En la parte de arriba también puede observar tres columnas alternadas con las ventanas, estaban hechas enteras de ladrillos por lo que cuesta verlas. Mi madre nos dijo que por la noche la iluminaban y efectivamente había focos al alrededor, pero no lo pudimos comprobar si esos focos los encendían. Por detrás si se podían apreciar mejor los desperfectos de la torre, hay una ventana más grande que la de delante. La torre está más derruida por un lado que por otro ya que por ahí es por donde se extendía la iglesia. 


Estas son las dos ventana y las torres

 Lucía y yo en la torre San Francisco

 La Torre San Francisco y yo

 
La ventana trasera

La curiosa ventana delantera



La Torre de Espantaperros

La Torre de Espantaperros es también conocida como la Torre Atalaya. Es una torre albarrana, es decir situada fuera de un recinto amurallado y que servía de defensa, está situada junto a la alcazaba de Badajoz, en la antigua plazuela del reloj junto a la entrada de La Galera y sus jardines. Es de origen almohade y tiene una planta octogonal. Fue construida en 1169 por el Califa Abu Yaqub Yusuf y restaurada por el arquitecto Ventura Vaca a principios del siglo XX. Mide unos 30 metros. Se divide en tres cuerpos. Constan de una pequeña cámara central cuadrada, con bóveda vaída y un espacio alrededor dividido en tramo rectangulares y triangulares, cubiertos con bovedas de arista. 


Aquí vemos los muros exteriores de la Torre de Espantaperros

Los muros exteriores tienen arcos ciegos y algunos poseen aspilleras, que es una abertura vertical fina y profunda. De los tres cuerpos en los que se divide el inferior es macizo, el central es hueco y alberga dos pisos, y una terraza almenada. El primer piso del cuerpo hueco se comunica con el adarve mediante un lienzo de muralla protegido por otras dos pequeñas torres. Ambos pisos tienen una distribución interior idéntica. La comunicación entre ambos pisos se realiza mediante una escalera que pasa a través de un hueco de la bóveda. La terraza está marcada hacia el exterior mediante una imposta de ladrillo, que es una fila de sillares, formando el motivo listeles paralelos, característico en las construcciones almohades. Esta terraza estaba en comunicación visual con el resto de atalayas, torres de vigilancia, que construyeron los musulmanes alrededor de la cuidad.

Aquí vemos la Torre de Espantaperros en todo su esplendor

A menudo la torre de Espantaperros se confunde con la torre Alpéndiz, que está situada cerca de la puerta del Apléndiz. Está torre sigue la costumbre militar almohade de hacer torres albarranas poligonales. La mayor parte de la torre es maciza, salvo sus dos plantas superiores que constituyen dos cámaras anulares, es decir con forma de anillo, que están abovedadas. En su origen estaba rematada por una pequeña construcción cuadrada decorada con arcos entrecruzados, y posteriormente a la construcción, en el siglo XVI se le añadió un templete, que es un pequeño armazón con forma de templo para reguardar algo, de estilo múdejar que ahora aun puede verse. 


Aquí vemos el templete donde se alojaba la campana

El templete tenía la función de alojar una campana, la cual le dio nombre a la torre ya que cuando está cuando sonaba espantaba a los perros, la campana fue desmontada a finales del siglo pasado, y en la actualidad se conserva en el museo arqueológico de la provincia de Badajoz. En el verano de 1920 el estado de ruina era preocupante. Un par de años después parte de la torre se desplomó cayendo al interior de una de las viviendas que tenía adosadas. El alcalde, a instancias del arquitecto municipal, exigió a la Comisión de Monumentos que se pronunciara: se restauraba la torre o se demolía. Y actualmente el estado de la torre tampoco permite que este abierta al público. La torre de Espantaperros sirvió de inspiración para medio siglo después construir la Torre de Oro en Sevilla.


Aquí vemos la Torre de Espantaperros en ruinas

Y aquí iluminada, en ambas fotos podemos apreciar las diferencias

Fachada de la casa del Ajimez

Cerca de la plaza chica se encuentra la casa del Ajimez, que pudo ser la casa de algún notable ciudadano, llamada así por su “Ajimez” una ventana que está formada básicamente por dos arcos arqueados sostenidos por una fina columna de mármol, alrededor de la ventana hay una serie de azulejos cuyo dibujo geométrico está basado en el andalusí, técnica de la cuerda seca. 


Ajimez

Está en la calle Boticas, está calle recibe este nombre, ya que durante los siglos XVI al XVIII albergó las boticas locales, donde existía toda clase de productos utilizables en farmacias, luego estos productos eran transformados con el almirez, alambique etc.… para crear drogas o productos para aliviar, mejorar y sanar a los enfermos. Estaba denominada como “La botica de mármol” porque el mostrador era una lápida seguramente romana, ahora puede verse en el patio de la casa. Esta vivienda tenía dos finalidades, la planta baja la comercial y la planta alta que era privada. Hasta mitad del siglo XVII cumplió como expendedora de preparados farmacéuticos, está función acabo poco a poco convirtiéndose en una nueva actividad, como expendedora de vinos hasta convertirse en una pequeña bodega doméstica. En el siglo XX sirvió de vivienda particular al final de este año la casa sufrió un deterioro y se hundió, quedando solo la fachada. 


 Fachada de la casa con los esgrafiados y el ajimez

Fachada de la casa 

La fachada es del siglo XV, está aplomada, es decir que no está totalmente plana, es de estilo mudéjar y tiene varios lóbulos que forman arcos de este estilo. Sobre el arco adintelado que cubre la portada del acceso a la casa, encontramos dos elementos decorativos, los cuales se colocaron para embellecer la fachada y se basan en un alfiz trenzado, que es el cuadrado de los arcos árabes, en el cual alternan azulejos liso, de colores marrones y verdes, con los ladrillos aplantillados está terminado con una ventana geminada o ajimez, está dividida por una esbelta y estilizada columna de mármol con capitel, y dos arcos de tipo carpanel, que consta de varias circunferencias juntas entre sí , la ventana está construida también con azulejos y ladrillos, y según la técnicas andalusíes. A ambos lados del ajimez, así como de la ventana ubicada a la izquierda podemos ver seis esgrafiados, técnica decorativa que consiste en hacer unas incisiones en una pared. 


 dos de los seis esgrafiados

Esgrafiados en la fachada


CROCHE DE ACUÑA, F. y DÍEZ GONZÁLES, F.: Zafra. Badajoz, 1986.

PIZARRO GÓMEZ, F. J.: Zafra, arte y ciudad del señorío. Mérida, 1987.